Parece una decisión simple: eliges el auto que te gusta y lo pides en blanco, negro o gris. Son colores seguros, combinan con todo y no llaman demasiado la atención. Pero lo que pocos saben es que esa elección, la del color, podría costarte más dinero del que imaginas al momento de vender tu coche usado. Un nuevo estudio reveló que ciertos tonos hacen que un auto conserve mejor su valor, mientras que otros aceleran la depreciación como si se tratara de un producto perecedero.
El análisis fue realizado por iSeeCars, una plataforma especializada en mercado secundario de automóviles. Evaluaron cientos de miles de ventas en Estados Unidos para entender cuánto influye el color en la retención de valor después de tres años. Y los resultados no son nada intuitivos. Los colores más brillantes y raros como el amarillo, naranja y verde, tienen mejor desempeño que los clásicos blanco, negro y gris. Esto aplica tanto en deportivos como en SUV, sedanes o camionetas.
El motivo está en la oferta y demanda. Colores llamativos como el amarillo no son populares, pero hay compradores que los buscan específicamente. Como la oferta es baja, su precio se sostiene con más fuerza. Por ejemplo, un auto amarillo pierde en promedio solo el 24% de su valor original después de tres años. En cambio, uno blanco o dorado puede perder hasta un 34%. La diferencia en dinero supera los 3,000 dólares, lo que equivale a aproximadamente 57,544 pesos.
El estudio también revela diferencias importantes por tipo de vehículo. En los coupés, el amarillo vuelve a ganar: apenas pierde un 14.5% de su valor inicial. En los convertibles, el naranja es el mejor posicionado. Mientras tanto, en camionetas el gris se mantiene competitivo, aunque el blanco y el beige, muy comunes en flotillas, caen fuerte en valor.

Además del color, otros factores como la tecnología interior y el diseño exterior también influyen en la reventa. Los autos que integran pantallas centrales de más de 10 pulgadas, asistentes de voz y compatibilidad con Apple CarPlay o Android Auto suelen conservar mejor su valor, especialmente entre compradores jóvenes. Lo mismo ocurre con modelos que ofrecen rines deportivos, luces LED adaptativas y acabados en pintura bitono o perlada.
El color que más color te hará perder dinero
Pero el dato más curioso viene del segmento de los sedanes. En estos, el verde fue el color con peor desempeño. Perdió casi el 34% de su valor en tres años. A pesar de su buen resultado en SUV y camionetas. Esto demuestra que el contexto importa. No basta con elegir un color ganador; también es importante considerar el tipo de vehículo y perfil del comprador al que irá dirigido en reventa.

Así que, si estás por comprar un auto nuevo y ya estás configurando motor, pantalla y conectividad, no subestimes el paso final: elegir el color. Porque a veces, un tono menos popular puede representar una ventaja financiera silenciosa. Una que se nota, pero solo cuando es hora de vender.
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