Volvo despedirá a 3,000 empleados en todo el mundo como parte de su plan de reestructura por aranceles y baja demanda de autos eléctricos

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Adolfo Reséndiz

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Adolfo Reséndiz

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Periodista por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y técnico mecánico automotriz CEDVA. Me gusta el rap, comer asado argentino y manejar por carretera los fines de semana. Mis autos favoritos son el Alfa Romeo Carabo, Lancia Stratos Zero y Porsche 917 K70.

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Volvo Cars confirmó este lunes que despedirá a 3,000 empleados en todo el mundo, la mayoría en puestos de oficinas. La reestructuración llega en medio de una crisis que combina una baja en la demanda de vehículos eléctricos, presión por los costos operativos y tensiones comerciales que afectan a toda la industria automotriz. El ajuste forma parte de un plan para reducir 18,000 millones de coronas suecas, unos 1,900 millones de dólares, y busca reforzar las finanzas de la marca sueca.

Los despidos masivos alcanzarán a múltiples áreas, desde recursos humanos hasta investigación y desarrollo, pasando por comunicación corporativa. De acuerdo con el CEO Håkan Samuelsson, la medida también involucra a 1,000 consultores externos y afectará especialmente a Gotemburgo, Suecia, sede de la compañía. Los empleados en esa región representan una gran parte de este recorte, con 1,200 puestos ya identificados para ser eliminados. La decisión fue notificada a los sindicatos y a las autoridades laborales suecas.

El director financiero de Volvo Cars, Fredrik Hansson, explicó a Reuters que ningún departamento quedará intacto. La revisión organizacional continuará durante los próximos meses y se espera que la nueva estructura esté lista para el otoño de 2025. A nivel financiero, los recortes implicarán un impacto inmediato: Volvo destinará 1,500 millones de coronas en costos únicos de reestructuración, que comenzarán a reflejarse en los estados financieros del segundo trimestre y se extenderán hasta bien entrado 2026.

La medida llega en un momento en el que el precio de las acciones de Volvo ha tocado mínimos históricos. A pesar de que la empresa sigue comprometida con su transición total hacia vehículos eléctricos, el panorama se ha complicado. La ralentización global en la adopción de autos eléctricos, la incertidumbre en el comercio internacional (particularmente con Estados Unidos) y los posibles aranceles que afectarían las exportaciones desde Europa y China, han forzado a la marca a repensar su estrategia.

Mientras tanto, Volvo mantiene operativa su red de producción repartida entre China y Europa, aunque reconoce que sus modelos más asequibles como el EX30 podrían dejar de llegar a Estados Unidos si los aranceles se endurecen. Esta situación pone en riesgo parte de su portafolio en mercados clave. Al mismo tiempo, los esfuerzos en I+D para desarrollar nuevos modelos eléctricos con mayor autonomía y menor coste siguen activos, aunque ahora bajo una presión presupuestal mucho más estricta.

Volvo Ex 30 Noruega Volvo EX30.

Volvo apostará por generar más tecnología

El rediseño interno también tocará aspectos técnicos. La firma trabaja en nuevas plataformas modulares más ligeras y eficientes, que permitirán mantener competitividad sin comprometer seguridad ni conectividad. Volvo quiere que sus futuros modelos cuenten con software propio, actualizaciones remotas y sistemas de asistencia avanzados, pero ahora deberá hacerlo con menos personal y con un enfoque aún más selectivo en innovación. 

“ Las acciones anunciadas hoy han sido decisiones difíciles, pero son pasos importantes para construir una Volvo Cars más fuerte y resiliente. La industria automotriz se encuentra en un período difícil. Para abordarlo, debemos mejorar nuestra generación de flujo de caja y reducir estructuralmente nuestros costos. Al mismo tiempo, seguiremos garantizando el desarrollo del talento que necesitamos para nuestro ambicioso futuro”.
Håkan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de Volvo Cars. 

Para los ejecutivos de Volvo, este ajuste no es solo una reducción de personal: es una reconfiguración total para resistir un mercado que ha dejado de ser predecible. Y mientras la compañía espera presentar su nueva estructura a finales de 2025, el verdadero reto será no perder lo que la ha hecho relevante por 98 años: calidad, seguridad y diseño.

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